Poe Rodrigo Londoño / Presidente Partido Comunes
Antonio García, comandante del ELN, escribió una columna que publicó en la red su perfil personal, a la que bautizó Una explicación necesaria.
Aspira con ella a explicar las razones por las cuales la organización que dirige obra lo hace en el Catatumbo. Con insinuaciones de que hay mucho más por decir y lo ha Llama la atención que pretenda escandalizar con su conclusión final de que el goba Petro se ha concertado con las disidencias para combatir al ELN.
Al comienzo confesó que su organización se alió con John Mechas y otros anti-milicianos ex FARC y que les dio todo su apoyo para armarse y crecer.
En esa lógica, es malo que un grupo criminal se alle con un tercero para combatiri ellos, pero no es malo que lo hagan ellos, sabedores de que su propósito era asesin los firmantes de paz.
Tal como el supuesto miliciano John Mechas se lo confesó de entrada al Frente qu acogió. Bastó con que difamara del Acuerdo Final de Paz y de las extintas FARC recibirlo con emoción.
Una conducta de vieja data en el ELN. Eso, exactamente, era lo que diria cualq agente pago de la ultraderecha enemiga de la paz, pero no se les ocurrió esa posibilic Ahora contaban con un aliado. Si el ELN obró así en el Catatumbo, con el aval de dirección nacional, cabe pensar que hizo lo mismo en otras áreas del país.
De hecho, también confiesa Antonio García que trataron con Richard, ahora si un age de la inteligencia militar, porque violó los acuerdos que establecieron al principio de relación.
Por lo cual se abrogan el derecho de matar a todos los que a su juicio colaboran con Como si los habitantes de los territorios no vivieran entre dos fuegos, obligados a servi unos u otros.
Los firmantes en el Catatumbo, asediados por el ELN, el EPL, las disidencias y las mafi son hoy campesinos, hombres de paz, que sufren las mismas presiones que todosalla Los firmantes de paz fuimos guerrilleros desde mucho antes de que naciera el ELN, vale la pena pretender enseñarnos como son las cosas en la zona rural. Las conocem
muy bien No nos sorprende que el discurso de Richard, nueva estrella de los medios, coincia exactamente con el del ELN, en su desprecio al Acuerdo de Paz y los firmantes.
Acuerdo que, por cierto, parece que nunca han leido. Un solo punto del mismo, el qu trató sobre el fin de la confrontación, se ocupó de la reincorporación tras la dejación d armas
Pactamos con el Estado una Reforma Rural Integral, una solución al problema de la drogas, reformas de fondo para la participación democrática, garantias de seguridad entre otros temas.
La experiencia nos enseñó que matanzas como las que realiza hoy el ELN en e Catatumbo jamás producirán ninguna revolución. Una lucha armada de tantos años so degrada.
Lo vivimos, lo reconocemos. Personalmente traté varias veces el tema con Gabino, sorprendidos los dos por la descomposición que hacía metástasis en las dos organizaciones.
Fuimos consecuentes. La lógica armada, el desangre y el sufrimiento que genera, tiene que llegar a su fin. Ningún fundamentalismo ideológico sirve para justificar los crímenes. Hoy sabemos de las víctimas y su dolor, lo comprendemos, reconocernos la ceguera que nos afectó al privilegiar un discurso sobre la realidad. Les pedimos perdón, no nos avergonzamos por ello.
Eso requiere grandeza moral, nos hace más humanos. Liberación o muerte, en cambio, resulta demencial. La muerte termina ganando, basta con ver la historia de nuestro país El Acuerdo Final de Paz no fue obra del último Secretariado de las FARC. La X Conferencia Nacional, con más de mil delegados elegidos por las bases guerrilleras, lo aprobó por unanimidad.
Un hecho público que el ELN conoció bien, aunque ahora prefiera creerle a un aparecido que llegó a decirles otra cosa. Eso da una medida de su actual estatura política.
No hay que olvidar que un partido politico prometió hacer trizas ese Acuerdo, y que durante su gobierno nacieron y florecieron sospechosamente todas esas disidencias, apoyadas por el ELN.
Poco o nada hizo Duque por el cumplimiento de lo acordado. Y, lastimosamente, el gobierno actual, dejó pasar todas las oportunidades para hacerlo efectivo Mucha retórica, pocos hechos. Lo cual no nos conduce a condenar el proyecto político del que surgió, expresado en más de ance millones de colombianos en las urnas, como si lo hizo el ELN desde el comienzo de este gobierno
La enrevesada sapiencia de su dirección no ha acertado en ninguna de sus posturas políticas. Menos en su accionar militar, reducido a acciones terroristas aisladas que dan más bien pesar.
Cualquier colombiano o colombiana, en cualquier calle o vereda, condena hoy al ELN, lo iguala al paramilitarismo, cosa que la absurda obstinación de sus dirigentes se niega a ver. No sólo han hecho ruina de la politica de paz, equivocada o no, del actual gobierno Han contribuido a desprestigiar el proyecto transformador, le han abierto las puertas a la ultraderecha.
Todo eso a nombre de la creación de una nueva sociedad, post capitalista por demás, que aseguran terminarán creando con el pueblo que los sigue. Despierten, por las buenas nadie los sigue.
Nosotros, sin arrogancias, hemos luchado ocho años por el cumplimiento de Acuerdo de Paz, y lo seguiremos haciendo. No nos acabó la ultraderecha, menos el ELN.